Friday, December 23, 2005

El Vía Crucis de la Iglesia

El Vía Crucis de la Iglesia


Puede que el alejamiento de los fieles obedezca a que no ha sabido redefinir el papel que le cabe en una sociedad marcada por el materialismo e individualismo alienantes


Hernán Narbona Véliz, escritorhnv@gmail.com
Gran Valparaíso (21/03/05)


EN LOS DÍAS de Semana Santa, Chile revive una gran tradición religiosa, que se expresa de manera especial en procesiones y en la dramatización del vía Crucis. Es el tiempo en que la religión católica rememora el sacrificio máximo del Redentor por la humanidad, su vía crucis y su resurrección. Levantar oraciones y mantener un espíritu de recogimiento durante esta semana se opone a una corriente materialista que sólo ve en estas festividades una oportunidad para la recreación y el divertimento.

En esta Semana Santa el Papa no pudo participar en Domingo de Ramos. Su salud es muy delicada, el agotamiento se nota en el Santo Padre y es altamente probable que pronto estemos viviendo la asunción de un nuevo Sumo Pontífice. Más allá de participar en cadenas de oración por la salud del Papa, es preciso, además, reflexionar sobre las condiciones actuales del mundo y el rol que cabe a la Iglesia.

Siento como laico que, en medio de un sistema materialista, en donde los grupos de poder han relativizado la verdad, han impuesto el peso de la codicia, han implantado en las conciencias el relativismo moral, es necesario hacer oír una voz de reflexión. Si bien es cierto que la Iglesia rechaza los materialismos, el Papa Juan Pablo II no luchó en contra del neoliberalismo global con la misma fuerza con que combatió el materialismo dialéctico y el imperio soviético. Durante su pontificado ha habido un notorio retroceso en materia de doctrina social de la Iglesia, quizás porque la feligresía que integra la Iglesia abrazó el vellocino de oro, el individualismo y el dinero, lo cual ha debilitado la consistencia de los valores en la praxis cristiana.

Son esos valores y principios los que fortalecen a una sociedad como el encordado al velamen de una embarcación. Al perderse la fuerza y claridad en materia de valores, y empieza a vivirse el todo vale, los vendavales arrecian sobre una comunidad permeable, desorientada y frágil.

Lo que digo trasciende el espacio local o nacional, es la percepción de sentirse aplastado por propuestas que destruyen el humanismo, el respeto a la naturaleza y los esfuerzos de cooperación.

Cuando el Padre Alberto Hurtado señalaba que ni la mayor caridad puede corregir la injusticia y pedía a los cristianos denunciar la injusticia con persistencia, estaba expresando el camino genuino de Cristo hombre a Cristo Dios. Porque es en el amor cómo se puede trascender a las dimensiones terrenas.

Cuando los sacerdotes de otros tiempos se unían a los pobladores para incentivar el cooperativismo, para compartir el trabajo y evangelizar por esa vivencia de solidaridad, estaban escribiendo en cada una de sus acciones, un testimonio de consecuencia con lo que Cristo enseñó. No lo hacían para ganar espacios en la televisión ni para que se hablara de ellos, sino por pura consecuencia entre el legado pastoral de la Iglesia y su vida diaria.

De esos sacerdotes obreros, de esos curas que fueron descalificados por las jerarquías conservadoras como subversivos, es preciso rescatar un profundo mensaje de cristianismo. Porque ellos supieron servir al más humilde, supieron de luchas sindicales y tuvieron claro donde estaba su lugar para el cambio de la sociedad, junto a los trabajadores. Hoy los jóvenes sólo reciben píldoras o caricaturas de lo que significó dentro de la Iglesia la Teología de la Liberación o el Concilio Vaticano II. Pocos comentan hoy la defensa de los perseguidos durante las dictaduras del continente. Hoy aparece demodé y políticamente poco correcto recordar al Padre Jarlán o al cura Woodward. Como tantos cientos de mártires, ellos enfrentaron al poder y vivieron hasta el final su vía crucis, logrando en la forma más cercana ser fieles al mensaje que Cristo enseñó.

Es preciso pedir a la Iglesia, en esta transición dolorosa que ahora enfrenta, una interpretación integral del papel de la cristiandad en un mundo de marginación y exclusiones. Es preciso escuchar en los púlpitos de manera clara que la Iglesia está en contra del materialismo que implica el actual orden económico y social, porque atenta contra las familias, contra la dignidad del hombre, contra el sentido de justicia y cooperación que desde siempre significó el cristianismo.

Es muy oportuno en esta Semana Santa, cuando la Iglesia está enfrentada a tiempos sumamente complejos, que se medite por el alejamiento de los fieles de la Iglesia. Quizás encuentren como parte de la respuesta el haber descuidado un mensaje de humanidad que un Santo varón, Alberto Hurtado, dejó sembrado en los corazones de sus colaboradores.

En una sociedad enferma de mentira y de disfraces, Semana Santa es un tiempo propicio para reencontrar esos caminos de solidaridad, de compromiso por un mundo más humano, más justo.




COMENTARIOS DE LECTORES

* Don Hernán Narbona: ¿Es usted un laico comprometido con la Iglesia? Si lo fuera, ¿cuál es su aporte en ideas o planteamientos para corregir lo que usted ve como una carencia? Me parece interesante que para complementar su opinión revise, lea y analice todo lo que el Papa y los obispos de Chile han escrito acerca de lo que usted plantea. Bernardo Vicencio - bvicencioe@yahoo.es

* Causas de la creciente desconfianza
Cristina Amigo - c_amigo@tie.cl

En estos momentos estoy viviendo en Europa, pero soy chilena, y puedo observar más de cerca a la Iglesia desde acá.

El problema no es su acercamiento a lo material , ni siquiera sus curas pedófilos que la conforman y no sabemos en qué proporciones. El tema es que la gente desconfía de la actual Iglesia porque se está enterando que ella ha ocultado información valiosísima para sus integrantes (evangelios apócrifos, movimiento agnóstico, el genocidio de los cátaros, la persecución a Maria Magdalena, etc.) Y que por alguna u otra razón los cristianos recién nos estamos desayunando del porqué del papel de la mujer dentro de la Iglesia como sumisa monja, pero nunca sacerdotisa, de los acuerdos tomados en el Concilio de Nicea sobre la virginidad de Maria, (que antes del Concilio no existía, por ejemplo) y muchas otras informaciones que usted puede consultar en varios libros escritos a partir del siglo pasado. Donde se inventa también, en dicho concilio, la confesión de los pecados como un sacramento a través de la Iglesia para su posterior perdón, buscando solamente un control para detener a cátaros, druidas y celtas, a quienes buscaban como presuntos bárbaros. Hoy nos confesamos en forma automática frente a un sacerdote sin conocer que la conversación profunda con Dios está en nuestro corazón y el perdón lo da directamente la vida y el ofendido. Si no, nos habría creado perfectos.

Si quiere informarse más deberá aprender el lenguaje copto para poder interpretar a cabalidad las verdades que oficialmente aun no se muestran, pero que por este continente ya casi son Vox Populi.

Como cristiana y católica siento una gran decepción al ver a mi Iglesia actuando como asesina frente a otros pensadores (sin contar la ya trillada Inquisición) y respecto de la acumulación de capitales entreveo una gran discordancia con su voto de pobreza.
Y hablando de discordancia, ¿sabía usted que el Vaticano es dueño de una fábrica de condones?

* Catolicismo, rama herética del cristianismo
Javier Rivera - jriverai@hotmail.com

El grave problema en el que se encuentra el catolicismo actual es producto del proceso natural de una sociedad con un mayor acceso a la información, que se da cuenta de la falta de peso moral que posee la Iglesia Católica y de su ya casi nulo fundamento cristiano en sus enseñanzas y dogmas, lo que en definitiva la lleva por un rumbo no santo en muchos temas, comparados con el verdadero cristianismo.

Para los que estudiamos el tema, nos damos cuenta que el catolicismo es una rama muy desviada del auténtico cristianismo, pues lo católico basa su fundación en una adaptación que se hizo de la antigua religión romana y adoptó toda su forma, pompa, procedimientos y politeísmo.

Si se leen bien las escrituras, Jesús abolió el sacerdocio en su ministerio, declarando a los sacerdotes de esa época como hijos de Satanás (hijos de su padre, aquél que es homicida). Además hizo hincapié, una y otra vez, que se debía rendir culto al único Dios verdadero y que la idolatría es un pecado repugnante ante los ojos de Dios (amad a Dios por sobre todas las cosas).

Durante dos mil años, la Iglesia Católica ha acumulado poder absoluto con su clero y papado, ha intentado exterminar a los cristianos verdaderos (a aquellos que tenían la valentía de separarse de ella, pues sabían que no era lo que Dios quería), llegándose a extremos tan aberrantes y vergonzosos, como la Inquisición, ocultación y adulteración de la Biblia, negación del acceso del resto de las personas a las escrituras o las cruzadas, las cuales sembraron las semillas de odio perpetuo en el Islam contra el cristianismo, que nos consideran una religión de bárbaros asesinos.

También la adoración de imágenes y santos ha sido su tónica habitual (idolatría), llegando a adoptar conceptos tan antibíblicos como la Trinidad y el culto mariano (de la Virgen María, que la declara madre de Dios y no madre del Hijo de Dios, llegando a desplazar a Jesús y al mismo Dios en importancia), (idolatría y politeísmo), declarando que estos actos son demostraciones de fe.

También durante toda la historia moderna, los sacerdotes y clérigos han apoyado a dictadores y a todo aquel que posee el poder, llegando incluso a respaldar sus megalómanas pretensiones, al declararlos gobernantes bendecidos por Dios (casos, miles, Hitler incluido), e incluso se llega a la aberrante práctica de la bendición de las armas. ¿Dónde queda eso de amaos los unos a los otros, o creerán que se dijo: "mataos los unos a los otros" o "armaos los unos a los otros?”.

El catolicismo ha estado en todas las guerras occidentales, las dos guerras mundiales y en las otras, apoyando a ambos bandos oponentes, llegando a convencer a los esperanzados soldados que Dios estaba de su lado (la hebilla de las SS alemanas tenía una frase que rezaba: "Dios está con nosotros”, ante lo que los soldados aliados se preguntaban entonces: ¿quién estaba de parte de ellos?).

También las incursiones en política han sido nefastas, pues el simple hecho de hacer alguna declaración en pos o en contra de alguien o algún régimen da pie para que los del bando opuesto se sientan con el "respaldo divino", lo que genera las guerras, violaciones a los derechos humanos y cuanta aberración pueda crearse, siendo que la postura correcta hubiese sido dedicarse a difundir las buenas nuevas del Gobierno de Dios y no interferir en asuntos terrenales.

Desde el punto de vista de las creencias, el catolicismo ha dividido la Biblia en dos elementos (Antiguo y Nuevo Testamento), llegando a declarar que el "Antiguo Testamento" es mitología y que se debe estudiar sólo el Nuevo Testamento (guardando las proporciones, ¿alguien se atrevería a dividir el Quijote de la Mancha, considerando los capítulos iniciales de esa magnífica obra como algo sin importancia?).

Al dividir la Biblia, el catolicismo perdió el rumbo totalmente y ahora está en un callejón sin salida, pues no puede encontrar las respuestas necesarias para explicar nada; en las Escrituras Hebreas (nombre oficial del Antiguo Testamento),hay asuntos de importancia capital como el Génesis, la explicación del porqué morimos y del sistema actual de las cosas (hasta habla del divorcio como algo apropiado para ciertas circunstancias y está muy bien definido los pasos a seguir).

Entonces, ¿es inexplicable esa falta de fe y deserción de las personas del catolicismo?
El poder del catolicismo se basaba en la credulidad de las personas, y no en su fe, apelando a la ignorancia de las masas en temas bíblicos, apoyada por una permanente campaña de desinformación acomodaticia (¿pruebas?: San Expedito, Virgen de la Tirana, Trinidad y miles más) y tergiversación de las Escrituras, creando un estado de temor (terror) a lo divino, presentándolo como algo malo, oculto, desconocido y despiadado y esa ignorancia está cada día siendo reducida.

¿Cuántas veces hemos culpado a Dios, Yavé o Jehová de nuestras penas y desgracias? (pues Dios posee un nombre que es ocultado y no usado por el catolicismo y otras iglesias), siendo que si hubiésemos recibido el verdadero mensaje de la Biblia, sabríamos que Dios no es culpable del estado de las cosas de este mundo, sino que el mundo está así por nuestra desobediencia (el pecado original).

¿Sabían ustedes que la "gran ramera" a la que se refiere la Biblia en el Apocalipsis (Apocalipsis significa en griego, revelaciones y no destrucción), corresponde a toda aquella religión falsa que se presenta como una mujer deseable y se acuesta con reyes? (la asociación está demás explicarla). ¿ Desearía usted ser partícipe de una institución con tanta sangre en sus manos y mentiras en sus fundamentos?

La verdad está golpeando a su puerta, depende de usted si quiere aceptarla o no.

Thursday, December 22, 2005

El 11, un espejo roto

El 11, un espejo roto
en la memoria de Chile

Recordando con ira a quienes con su intolerancia, deshonestidad o ineficiencia facilitaron los planes de la CIA para perpetrar el brutal golpe de Estado

Hernán Narbona Véliz
(Gran Valparaíso,29/08/03)

CHILE ESTÁ VERDE para actos ecuménicos de reconocimiento y homenaje al Presidente Salvador Allende y a las víctimas del 11 de septiembre de 1973. Cuando el gobierno del Presidente Ricardo Lagos pretendía conseguir un acto emblemático que uniera a los chilenos generando un cierre moral de una prolongada etapa confrontacional, se ha encontrado con un extendido movimiento de protesta de víctimas que, mediante huelgas de hambre, han hecho sentir su descontento frente a las medidas de reparación propuestas.

Sin desconocer los avances logrados por la nueva Doctrina Institucional del General Emilio Cheyre y la positiva gestión del la Ministra Michelle Bachelet, los hechos demostraron que hoy Chile tiene menos vocación de acercamiento, perdón o reconciliación, que hay mucho dolor acumulado y, además, un sentimiento de desencanto con el sistema democrático imperante, que pone en riesgo de protestas y vandalismo a cualquier intento de movilización cívica.

Por su parte, personeros destacados de la Democracia Cristiana, como el Presidente del Senado, Andrés Zaldívar, quien fuera encarnizado opositor a la Unidad Popular, han anunciado que no participarán en actos de homenaje al Presidente Salvador Allende. Es explicable que personas como el ex Presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle, que festejó el 11 de septiembre de 1973 y realizó donaciones para el gobierno militar, sincere su posición histórica y trate de defender la memoria de su padre, que ha sido mencionado reiteradamente por los archivos de la CIA como uno de los líderes políticos que recibieron financiamiento de Estados Unidos. La decodificación de estos archivos, de cuya existencia se había conocido por las investigaciones realizadas por el propio Congreso de Estados Unidos, ha clarificado una política de intervencionismo que compró voluntades y usó esbirros para el crimen político. Esos archivos también demostraron que el complot comenzó a partir de 1964, cuando la CIA decide financiar al Partido Demócrata Cristiano, liderado por Eduardo Frei Montalva, para frenar el avance del FRAP, Frente de Acción Popular, de Allende.

Esto es tan real como las acciones de los sesenta por exportar la revolución cubana. La figura del Che Guevara no era retórica. Su pasión lo llevó a soñar con ser vanguardia de campesinos altiplánicos que lo vendieron como a un intruso que les traía una receta que violentaba, como todos los invasores, la cultura ancestral del aimará. Cuando se suscribió la OLAS se apostaba a la solidaridad revolucionaria. Y todo se daba en el contexto de un mundo bipolar, donde las características del liderazgo norteamericano estaban marcadas por el militarismo. Grupos de poder que, luego del asesinato de Kennedy habían empujado, con un auto atentado imputado a los vietcong, el inicio de la guerra de Vietnam. Esos mismos estrategas, con Henry Kissinger a la cabeza, con Bush padre como encargado de la CIA, fueron los que decidieron en sus escritorios y al trasluz de los intereses imperiales, los destinos de este pequeño país que soñaba con el cambio social, en una atrevida e insoportable propuesta de camino democrático al socialismo.

Es difícil que la ciudadanía pueda digerir tremenda verdad. Habrá cientos de miles que persistirán con sus anteojeras queriendo ignorar las tropelías cometidas. Era de esperar que se realineara una ultra derecha golpista, y que justificara con ardor la acción de desestabilización, el asesinato de militares constitucionalistas, la represión, la eliminación de los enemigos. Seguramente esos sectores seguirán creyendo que el Plan Zeta venía codificado en los paquetes de cigarrillos Monza. Seguirán justificando crímenes que ni en tiempos de guerra se cometen contra los vencidos. Esa indignidad les seguirá de por vida y el Chile real tomará una sana distancia de esos peligrosos grupos.

La Democracia Cristiana ha reconocido culpas a través de líderes morales que precisamente se abstuvieron de respaldar al golpismo y se jugaron por defender la institucionalidad tensionada. Líderes como Radomiro Tomic, Bernardo Leighton, Jorge Lavandero o Gabriel Valdés, tuvieron la valentía de mantenerse alejados de la dictadura. Resultaron reserva moral y son los que no tienen por qué pedir disculpas. Sin embargo, los que sí estuvieron involucrados, por acción u omisión, en el régimen dictatorial, deberían al menos deponer su soberbia y pedir perdón a las víctimas de ese período represivo y excluyente. Quizás como lo hizo al presentar el Informe Rettig el Presidente Aylwin, pidiendo perdón en nombre del Estado de Chile a todas las víctimas.

Si hacemos una autocrítica general, veremos que la izquierda de entonces ha hecho un sinceramiento casi auto flagelante de ese período histórico, aunque nunca suficiente como para capturar las tonalidades de grises que cruzaban nuestra realidad, treinta años atrás.

Los socialistas eran un mosaico de caudillos y posiciones. En los mil días de la Unidad Popular, los líderes competían con discursos incendiarios. Cual más, cual menos, quisieron agudizar las contradicciones y entraron en el juego de la polarización que promovía el golpismo. En la base social el desorden cundía y el respeto de las jerarquías se quebraba en una malentendida visión del poder popular.

El Movimiento de Acción Popular Unitaria, MAPU, se escindió del PDC por el abandono que las cúpulas hacían de los principios de revolución en libertad. Luego lo haría la Izquierda Cristiana. Querían profundizar el cooperativismo en el campo. Querían quitarles las banderas del cambio social a los marxistas, pero, extrañamente, la gran mayoría de ellos fue cautivada por la dialéctica encendida y cuadriculada del marxismo y la hizo suya. Integrados a la Unidad Popular cayeron en el pecado de sentirse los iluminados para conducir la revolución, pero las peleas internas por el poder los llevaron a una inconsecuente acción, al romper la unidad del movimiento. De allí surgieron dos MAPU y posteriormente en el exilio proliferarían los MAPUs, ya que cada quien abría su propia rama.

La realidad de un partido de cuadros, con escasa base social, demostró que el ejercicio intelectual no bastaba para conducir procesos políticos. La raíz cristiana, humanista se desperfiló cuando comenzaron a competir por la conducción social y añadieron mayor confusión al mosaico de grupos que actuaban con voluntarismo en defensa de una revolución que iniciándose por la vía electoral, caía inexorablemente en el caos, con la ayuda del golpismo y de los propios compañeros de ruta.

El Movimiento de Izquierda Revolucionario mantuvo siempre una idea de vanguardia, sosteniendo que el proceso culminaría de cualquier forma en el enfrentamiento de clases y que ellos se asumían como cuadros conductores de una defensa popular. En principio, sus posiciones circularon en las aulas universitarias, en el contexto de la reforma universitaria, inflamando vocaciones de jóvenes idealistas. Pero luego generarían movimientos sociales como el FTR, Frente de Trabajadores Revolucionarios, que desobedecerían metódicamente los lineamientos del gobierno.

Los más sensatos a la distancia fueron los comunistas. Porque fueron leales con Allende para poder probar la vía chilena al socialismo. Eran los que obedecían la autoridad presidencial, los que llamaban a evitar la guerra civil. Se les tildó de rabanitos, colorados por fuera, amarillos por dentro. Eran mejores políticos porque eran disciplinados. Lo que se les reprochaba era su verticalismo respecto al Kremlin, lo cual se expresaba en seguir anclados a la justificación de momentos que los propios neocomunistas de Europa iban abandonando con gran prisa. El partido comunista no repudió la invasión de Praga por el ejército soviético y esa inconsecuencia lo dejo como un referente tibio dentro de la izquierda.

Frente a esta izquierda estaba el partido Nacional y su brazo armado, Patria y Libertad. La Democracia Cristiana había minado las instituciones a partir del Estatuto de Garantías que firmó Allende para obtener el apoyo de ese partido en el Congreso, para su nominación. De allí en adelante, cada vez que los sectores progresistas de la DC quisieron tender puentes de acercamiento, el crimen político complementaba el cuadro y destruía la intención de acercamiento: Edmundo Pérez Zujovich, el Edecán Arturo Araya, fueron víctimas de este proceso de desestabilización, como antes lo fuera el General René Schneider, el 22 de octubre de 1970. El complot, que tendía sus tentáculos infiltrando o creando grupos extremistas, no respetaba ninguna investidura.

Salvador Allende confió en su muñeca. En su clase política, en su liderazgo y capacidad de convencimiento. Cometió errores, como esa pesada visita de Fidel Castro, como no haber rayado nunca la cancha de las noventa empresas que quedarían en el área social. Como confiar en Pinochet, en vez de prolongar la permanencia del General Prats.

Sin embargo, más allá de la evaluación de su gestión, pienso que Salvador Allende creía indefectiblemente en el hombre y no alcanzaba a concebir la traición, la maniobra artera. Por eso, pienso que no pudo concebir sino hasta en sus heroicos minutos finales el peso del complot que lo sacaba del gobierno. Asumía con dignidad que su proyecto había sido saboteado por los enemigos internacionales y por el poder de una derecha reaccionaria coludida con ellos. Pero, quizás, su mayor dolor haya sido la incomprensión de sus compañeros, de sus aliados, de quienes debieron ser disciplinados pilares de un proyecto ordenado, que hubiese funcionado pese a todo.

Esa realidad hoy a lo lejos deja pendiente otro gran mea culpa. El de todos aquellos que se aprovecharon, que robaron en las JAP, que hicieron mercado negro. Que sacaron la vuelta en el trabajo y que dejaron que los asentamientos campesinos se arruinaran porque todos se sentían jefes y obedecer era ser contrarrevolucionario. El libertinaje, la indisciplina, acciones perniciosas que surgieron de lo peor del chileno, aportaron a ese desorden y desgobierno que justificó la acción de los militares. Si bien la CIA puso sus máquinas a funcionar desde el 4 de septiembre de 1970 para que se descompusiera la economía chilena, lo cierto es que les bastó apretar algunos puntos sensibles de la idiosincrasia nuestra para que la virulencia, la intolerancia, el clasismo, salieran a flote facilitando el camino para el golpe de gracia a la democracia, ese 11 de septiembre de 1973.

Monday, December 19, 2005

DEMO-CRISTIANOS: cambios para que nada cambie

DEMOcrata CRISTIANOS: cambios para Que nada cambie

Hernán Narbona Véliz

Como en el PDC de Valparaíso los candidatos se acuerdan de la militancia a través de un barrido telefónico, sólo en vísperas de elecciones, para que no sigan llamando esos candidatos en campaña para las elecciones internas, rescato mi independencia y reivindico mi equidistancia respecto a todas las postulaciones en carrera.

Que un partido a nivel provincial se mueva en función de cargos más o cargos menos y que frente al acontecer nacional guarde profundo silencio, es evidencia de que sigue con su inercia remolona un clientelismo provinciano, que va agotando a la organización política provincial como vocero de ideas o propuestas para el país.

Como no formo parte de ese estilo les pido que no sigan llamando para buscar un voto coyuntural, ni que vengan los candidatos a palmotear espaldas, porque eso me suena a “trepa como puedas”. Además, que no me vengan con eso de que la ropa sucia se lava en casa porque las lavanderías comunales están tapiadas hace años y las voces disidentes al juego de máquinas, quedan rápidamente olvidadas por el marketing político.

Creo que ocho años de estar en el poder han puesto soberbios a muchos militantes que hoy ostentan su rol de representantes políticos o cargos funcionarios, los cuales tratan de perpetuar en una dinámica alejada de la realidad en que se mueve la ciudadanía, el hombre de carne y hueso.

Ya el partido no se percibe como un grupo de gente comprometida que se pronuncia acerca del destino del mundo, del país y la región, o que cuestiona las fallas en la gestión realizada o que sanciona con dureza los actos corruptos. Es lamentable que las voces morales de un partido queden relegadas a los cementerios de elefantes y que se les desempolve sólo para las festividades o crisis.

En el sentir masivo de este país cunde la decepción por la forma cómo la clase política actúa. Creo necesario gestar una reserva moral para resguardar los valores trascendentes en medio de una sociedad economicista y hedonista, donde el rumbo de la nación parece sólo marcado por el poder que da el dinero y las influencias. La vieja Falange Nacional, ya octogenaria y formando un museo de las ideas fundacionales, ha expresado su congoja al ver al PDC, cuna de ideas de cambio, convertido en trampolín hacia el poder en función del puro y frío marketing político, carente de sustancia, donde el debate se rehuye y ser obsecuente con tal o cual caudillo brinda más oportunidades que siendo contestatarios o críticos empedernidos.

Si la participación es un concepto vacío dentro de la militancia, mal podrá reflejar un partido sin debate las inquietudes de la gente frente a todos los temas de interés nacional. ¿No fue precisamente el luchar por el poder en función del poder lo que terminó hundiendo al partido demócratacristiano en Italia?

Quizá si un alejamiento temporal del poder sea lo mejor para que se limpie el partido de oportunistas. Se echa de menos el idealismo de la patria joven y se lamenta la actual pérdida de mística. Aquélla que se vivió el 58 y en el 64, antes de llegar al poder. Existe desencanto masivo por los actuales estilos de hacer política. Se extraña la utopía como norte y la capacidad crítica para fiscalizar la gestión del gobierno que se eligió. Por eso, abstenerse de votar en elecciones internas, donde no existe discusión de fondo, donde nadie debate sobre el minuto histórico que se vive, es lo que en conciencia me parece más justo.

Lo otro sería legitimar un sistema sustentado en el clientelismo, sin espacios para el disenso, donde el juego es cambiar de tarde en tarde algunas formas para que en definitiva nada cambie. Para ser crítico se requiere independencia y este es un valor que defiendo con vehemencia.


martes 28 de julio de 1998
La Estrella de Valparaíso

Democracia Cristiana:¿Partido Doctrinario o Partido Instrumental?

Democracia Cristiana:

¿Partido Doctrinario o Partido Instrumental?

Chile ha lamentado el deceso de grandes hombres de la política nacional. Partieron recientemente el hermano Bernardo y don Rafael Agustín Gumucio, fundadores ambos de la Falange Nacional, dejando tras de sí un gran vacío. Porque fueron jóvenes católicos que fundamentados en el compromiso por la justicia social levantaron las banderas del cambio, alcanzando el gobierno en 1964, con Eduardo Frei Montalva, como primera fuerza nacional, con las consignas de la Patria Joven inflamando los espíritus.

La Democracia Cristiana fue fundada a la luz inspiradora de las encíclicas papales. Fue siempre, por esencia un partido de principios, un partido doctrinario.

Cuando se observa la política nacional actual, se echa de menos esa mística de otrora, esa voluntad de imprimirle a la vida cívica un norte de principios morales, en donde el político entraba y salía del cargo público por sus méritos reales, y lo hacía tal como había ingresado a él, sin que se hubiese enriquecido en su ejercicio.

Quizás haya sido la corrosión que produce el poder o el hecho de que se subieran al carro de la victoria, personas oportunistas que jamás se comprometieron con los principios o la defensa de la democracia y las libertades cívicas. El tema es que se fue abandonando en el seno partidario la discusión enriquecedora y se construyeron grupos en torno a caudillos, con un estilo de relación que se alejaba cada vez más de los principios fundacionales. El hecho es hoy que la Democracia Cristiana se presenta con una débil propuesta ante la realidad de ser gobierno y conducir la modernización. Por lo menos, al interior del partido ya no existe la discusión por ideas, existen sólo las alianzas que apuntan a mantener el poder.

En un peligroso relativismo ético, la lealtad con los principios humanistas, se confunde con cofradías e incondicionalidades en torno a personeros. Por ejemplo, ha faltado energía y decisión para suspender, al menos, la militancia de quienes han aparecido relacionados con actos corruptos. En el mapa de la corrupción hay implicados de diversas tiendas, pero los tribunales de disciplina de la DC debieran someter a sumarios internos a los militantes que hayan prevaricado del cargo. Pero no, pese a haber juicios en trámite e investigaciones de la Cámara de Diputados o la Contraloría General de la República, dentro del Partido todo sigue como si nada... “no se oye, padre”.

Se ha llegado así, lastimosamente, a una suerte de “partido instrumental” que sirve eficazmente para mantener poder, pero que se aleja cada vez más de los roles que soñaron sus fundadores, en circunstancias que el proceso de modernización exige claridad de principios y, por sobre todo, transparencia. Es la única forma de dar respuestas adecuadas a lo que exige hoy la sociedad y que la Democracia Cristiana debiera generar como instancia de pensamiento nacional, para ser legítima alternativa de la civilidad.

febrero 1996, La Estrella de Valparaíso

CHAQUETEO CHILENSIS

CHAQUETEO CHILENSIS

Hernán Narbona Véliz

Y éste ¿a quién le ganó? ¿Qué se cree...?

Seguramente ha escuchado esta expresión popular, o quizá la ha usado para achicar o desmerecer con indisimulada envidia el triunfo de alguien... “piojo resucitado”, “Así cómo suben caen”, “quién lo vio y quién lo ve”, “se cree el hoyo del queque”, “en algo turbio ha de andar”, “se le dio fácil, así hasta quién”, “pero, igual se le nota la ojota.”, son algunas de las expresiones comunes que evidencian la mala leche de los chilenos frente a cualquiera que se distinga o salga del montón, que se anima a hacer cosas distintas y que logra un determinado grado de felicidad.

Sería un lugar común referir este comentario al mundo frívolo del espectáculo. Prefiero ubicarlo en la vida diaria, en la cotidiana experiencia del pelambre que cunde como la mala hierba, que constituye el gran deporte nacional. Si a eso le agregamos una buena dosis de individualismo y competencia tipo ninja, muy propia del “sálvese quien pueda” de la sociedad de mercado en que estamos sumergidos, entonces tendremos un elixir de miedo, que se ubica justo en el corazón de nuestra idiosincracia.

En la vida pública o social abundan los saludos amistosos que son más cínicos que saludos de boxeador. Con una sonrisa en los labios se desliza la daga más refinada. ¿Mediocridad ambiental?

Parece que hay mucho de eso. Una vocación a ser masa que molesta, un afán instintivo de echarle el avión abajo a la gente emprendedora. Pero al final, mire Ud. la gran distancia que termina separando a los envidiosos de los triunfadores.

Culturalmente no estoy de acuerdo con la idolatría a personas, cualquiera sea su actividad. Creo que el desarrollo de equipos, sean de deporte, de estudio o de trabajo, siempre exige que las personas den lo bueno que tienen para beneficio del grupo. Sin embargo, cuando alguien le gana a la vida, logra metas, es feliz, uno debe alegrarse y no endilgarle su éxito a la suerte, porque la mayor cuota en todo es siempre de sacrificio.

Por mucho que se diga por allí que estamos como para jugar en las ligas mayores, sea como juagares o dragones, la verdad es que esta característica nacional de envidiosos y resentidos está muy lejos de lo que es un pueblo con seguridad en sí mismo y autoestima positiva.

Y para comprobar todo lo dicho, escúchese Ud. mismo diciendo al fin de esta lectura...Y éste, ¿de qué se las quiere dar?...buenas tardes.

jueves 27 de febrero de 1997, para La Estrella

LUCHA ANTI CORRUPCIÓN: UNA NUEVA UTOPÍA.

LUCHA ANTI CORRUPCIÓN: UNA NUEVA UTOPÍA.


En la búsqueda de un nuevo sueño en el cual volcar las energías, imaginar una sociedad de transparencia, donde la corrupción sea derrotada, aparece como la última utopía de los quijotes de siempre. El movimiento por la probidad busca líderes que no tengan tejado de vidrio.

En la cátedra de Administración Pública, recuerdo que pregunté a un curso, abriendo un foro sobre la corrupción, si era deshonesto o corrupto copiar en una prueba. Sonrisas nerviosas, respuestas escritas y anónimas. Para mi sorpresa, hubo respuestas que dijeron que “sí, es deshonesto, si es que te pillan”. Me recordó a unos predicadores puerta a puerta que en una ocasión, frente a una consulta en relación a la tortura, manifestaron “la tortura a veces es mala”, después de lo cual los saqué volando de mi casa. ¿De qué estamos hablando? De relativismo moral, un mal de nuestros tiempos.

El amiguismo, compadrazgo, caciquismo y nepotismo, son expresiones que hablan de grupos sectarios que se favorecen en función del parentesco, el caudillismo o la pertenencia a un determinado grupo de poder. Históricamente, nuestras sociedades han vivido con aristocracias políticas que imponen sus candidatos y generan verdaderas dinastías en el aparato del Estado. La prevaricación, por otra parte, es el usar los bienes públicos para beneficio propio. Parte por cuestiones tan simples como usar el carro fiscal para que lleven a la mujer de compras al supermercado. Tiene evidencias groseras cuando se usa el cargo público para que personas del grupo familiar o político tengan prebendas, excepciones, tratos discriminatorios, que afectan al contribuyente que, pagando sagradamente sus impuestos, ve cómo le pasan por encima los apitutados o recomendados de siempre.

El cohecho o la coima es activo y pasivo. Está quien coima y quien es coimeado. Por lo tanto, en el sector privado los estilos corruptos hacen que se logren ventajas ilegales y eso es verdadera piratería de cuello y corbata. En países como México, durante los más de setenta años del PRI, existió una aceptación generalizada del derecho a la mordida, ejercido por quienes tomaban el poder, existiendo el compromiso de pasar una sola vez por el cargo público para que así la chimenea tuviese tiraje y todos pudiera mamar las ubres del famélico Estado.

Aunque alguien pudiera decir, conformista, que pese a esas malas costumbres históricas, los países han seguido funcionando, últimamente la amenaza crece y se agiganta con nuevas mafias globales, que manejan narcotráfico, lavado de dinero, tráfico de mano de obra ilegal. En Perú, la gota que rebasó el vaso y que hundió definitivamente a Fujimori, fue que se supiera que el mafioso Escobar, del cartel famoso de narcotráfico, hubiera aportado 1 millón de dólares a su campaña. En países como Argentina los actos de corrupción en las gerencias de compras de empresas privadas, han significado millonarias pérdidas o escándalos gigantescos. Otro, reciente y político, fue el caso de coima a parlamentarios para aprobar la flexibilización laboral

Recorriendo América Latina, en trabajos de apoyo a la modernización de los sistemas aduaneros, tributarios y logísticos, de países de la región, he podido conocer personas que están en este gran esfuerzo de luchar para erradicar la corrupción, la evasión tributaria, el lavado de dinero, el cáncer de las drogas y todas sus trampas tecnificadas. Los grupos de tarea en contra de la corrupción son equipos de alta calidad moral, equivalentes a los Intocables de Elior Ness en los tiempos de la mafia de Chicago. Es por cierto una tarea ardua, difícil, que enfrenta presiones de quienes mantener las cajas negras, que temen a la transparencia.

Ejercer fiscalización es algo delicado, sobre todo por la amenaza constante de quienes buscan corromper a los fiscalizadores. Se debe superar situaciones de vinculación y la independencia debe ser respaldada con remuneraciones de buen nivel, para que no caigan en la tentación los agentes del control. El riesgo de corrupción es grande y se requiere gran transparencia y controles cruzados, sorpresivos y efectivos en la sanción. Son necesarios entes autónomos, como la Contraloría General de la República, el Consejo de Defensa del Estado o la propia fiscalización de la Cámara de Diputados.

Cuando uno se detiene a pensar, en medio de estos procesos de cooperación panamericana en contra de la corrupción, en la nueva cruzada que significa este esfuerzo, comienza a redescubrir una nueva utopía, en donde el motivo común es lograr que las personas, el hombre y la mujer de nuestros pueblos, puedan vivir con la mínima seguridad de que sus derechos están resguardados, porque hay quienes se juegan por cumplir y hacer cumplir la ley. Todos los sistemas sufren el mismo fenómeno y es preciso desarticular los tentáculos soterrados de los grupos de interés, que con la premisa de que el fin justifica los medios, no dudan en vender su alma al diablo con tal de alcanzar los placeres que dan el dinero y el poder.

Pléguese a esta nueva utopía: una sociedad sin corrupción.

HNV, viernes, 24 de noviembre de 2000

Sunday, December 18, 2005

TRANSPARENCIA HASTA QUE DUELA…

Hernán Narbona Véliz

30 de agosto de 2000

  • El proyecto de ley que permitiría que el Servicio de Impuestos Internos pueda acceder a la información de las cuentas corrientes bancarias es un tema que causará no sólo polémica, sino escalofríos en quienes tienen un tejado de vidrio en relación con sus declaraciones impositivas.
  • ¿Qué otras normas deberían acompañar a este proyecto para que el Estado chileno pueda erradicar la evasión y mejorar de veras su capacidad fiscalizadora?

Que pase el que sigue

No termina de apagarse el caso González, cuando aparece en el tapete político un proyecto de ley enviado por el Gobierno con suavidad, sin urgencias, como queriendo no hacer olas. Se trata de fortalecer la capacidad fiscalizadora del Servicio de Impuestos Internos para combatir la evasión tributaria, lo cual significaría que estaría facultado para conocer el movimiento de cuentas corrientes. Eso, así, suavecito, abre una polémica que queremos inaugurar poniendo algunas condiciones para que un proyecto modernizador de este calibre pueda viabilizarse en Chile.

De partida creo que es positivo y necesario desde el punto de vista de la fiscalización, contar con sistemas de cruce de información. Alguna vez se habló de una Subsecretaría de la Fiscalización, que coordinara los esfuerzos de los organismos fiscalizadores de Hacienda, el SII, Servicio de Impuestos Internos, y el SNA, Servicio Nacional de Aduanas, además de otros organismos fiscalizadores como la Superintendencia de Bancos, la de Valores y Seguros, entre otros organismos que actúan ejerciendo control sobre determinadas áreas del quehacer económico. En este sentido, el proyecto propicia una mayor capacidad de control efectivo de la sociedad de mercado, para reducir o eliminar la evasión tributaria, logrando los recursos para el gasto social pendiente. Como herramienta, además, para combatir con rigor ilícitos como el lavado de dinero o narcotráfico, que pueden ser detectados con mayor perspectiva si se puede analizar el movimiento de cuentas corrientes.

La información da poder, pero el poder corrompe


Permítanme combinar estos dos adagios en uno solo que resumirá mi idea respecto a este proyecto de ley, al cual encuentro aspectos positivos y otros negativos y preocupantes.

Como argumentos en pro de la iniciativa marcaría los siguientes:

  • El secreto bancario es un derecho que debe subordinarse al interés mayor que refleja los intereses de la nación, los intereses de Estado. La amenaza de descomposición social que conlleva la expansión de poderes ocultos, amerita que el Estado responsable deba mejorar su capacidad de inteligencia económica, lo cual de ninguna manera puede entrabar el sano desarrollo de las actividades legítimas del sector privado.
  • Delitos económicos que pueden afectar gravemente el interés público podrían investigarse con mayor profundidad si se pudiese acceder a información del sistema financiero.

Como argumentos en contra, señalo:

  • Existe el riesgo o amenaza de un poder estatal ilimitado que pueda distorsionar el sano espíritu del proyecto de ley, afectando los intereses del individuo, en su privacidad, en su libertad de emprendimiento.
  • La información en manos inescrupulosas genera una amenaza intrínseca de arbitrariedades, que el Estado no puede neutralizar si no regula paralelamente áreas en que pueden existir cajas negras incompatibles con un sistema transparente.


Para abrir el debate, pienso, desde el punto de vista ciudadano. que para acompañar este proyecto, deben surgir paralelamente mecanismos que protejan al individuo de eventuales abusos de poder. Creo que es necesario incorporar en la legislación el Habeas Data, que preserva el derecho humano a no ser violentado en su intimidad por el poder omnímodo del Estado, sino y exclusivamente sobre la base de información que haga presumir fundadamente que la persona está ejerciendo o relacionada con actividades ilícitas. Esto quiere llevar a una reflexión de fondo y es el equilibrio necesario entre el interés de Estado, de combatir la evasión tributaria o los ilícitos, y el derecho de las personas a su privacidad.

Control del Control

Como alguien que está trabajando a nivel latinoamericano en procesos en procesos de modernización del Estado, felicito la voluntad política de transparentar los sistemas económicos hasta que duela, pero también pienso que debe cuidarse en Chile el control del control, para no crear élites que puedan estar por encima de los sistemas, ya que un poder sin equilibrio corrompe con facilidad.

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Sin duda un tema en el cual debe existir un debate abierto que coloque claros límites al uso de la información por parte de los organismos fiscalizadores, y duras sanciones a quien cometa delitos económicos con uso de información privilegiada. Y como se trata de ir evitando fugas en los sistemas tributarios, esto implica que también el Servicio Nacional de Aduanas debe tener acceso automático a información del SII, para establecer procedimientos de fiscalización preventiva cruzada en los puntos sensibles del intercambio comercial.

Una ley sobre el financiamiento de los partidos políticos, mediante donaciones o cuotas que puedan descontarse de impuestos, con límite de gasto por campaña, es una norma que debería ir acompañando a esta reforma, para lograr que el proceso de cajas electorales se transparente y que la pasada de platillo no signifique que el candidato quede condicionado por los compromisos asumidos con quienes financiaron su campaña. Siento que esta medida es prima hermana del actual proyecto de ley y en conjunto estarían trayendo aires de claridad y seguridad a la vida cívica nacional.

Hubo en la historia reciente muchos casos de escándalos o malversaciones que murieron cuando la Justicia bloqueó el acceso a las cuentas corrientes de las personas involucradas. El proyecto de ley habría evitado que juicios relevantes para un sistema sano, entraran a vía muerta. El buen inversionista, nacional o extranjero, se siente más seguro cuando las reglas del juego permiten una defensa en contra de la competencia desleal. Recordemos que una de las formas más extendidas de lavado de dinero es la venta de mercancías a precios dumping en forma masiva. Total, lo que interesa es blanquear la plata sucia y eso lo facilita el dogma del secreto bancario. Por otra parte, en manos de desalmados o de grupos de poder que quieran destruir a un adversario político, esa arma de información es, en otra lectura, muy peligrosa.

Creo que hay una tarea enorme de recuperar confianzas como para llegar a esta transparencia. La eliminación de privilegios o de castas excluidas de la generalidad de la ley, constituye uno de los objetivos centrales de la modernización del Estado. En este camino no olvidemos que el individuo debe ser protegido integralmente y eso exige prevenir abusos en su contra. Ya ha habido señales sanas, como lo ha sido exigir Declaraciones Juradas de Bienes y de sus vinculaciones y relaciones económicas, a las autoridades y funcionarios públicos.

¿Resistirá el sistema tremenda transparencia?

El debate queda planteado y siempre es saludable practicarlo a puertas abiertas.

¿Y USTED, VOCIFERA O MUERE POLLO?

¿PARTICIPACIÓN CIUDADANA?

¿Y USTED, VOCIFERA O MUERE POLLO?

Hernán Narbona Véliz


Estamos en el boom de los programas televisivos proactivos. La gente tiene hambre atrasada de participación. El desahogo a través de un llamado telefónico es una verdadera catarsis. Cada día cunde más en la opinión pública un consenso: No estamos conformes con la cosa pública así como la están manejando. Del otro lado, los que disfrutan del sistema, en especial los burócratas por herencia, esos que no le ganaron a nadie, practican el bajo perfil. Su doctrina es flotar, no hacer olas y pasar colados.

¿Por qué programas como El Termómetro o Tolerancia Cero están arrasando con la tele audiencia?

¿Por qué diarios electrónicos como Gran Valparaíso, Primera Página o El Mostrador son los referentes que están a la vanguardia en la noticia?

¿Por qué Tati Penna hace hablar de masturbación a medio país ante la histeria del Porvenir de Chile?

Porque está prendiendo en la opinión pública, en el ciudadano que lleva diez años de sosa democracia, la bronca retardada de una profunda frustración.

El año 1985 la Asamblea de la Civilidad era la vanguardia donde se participaba. Más atrás estuvieron las movilizaciones valientes, los cacerolazos, los dirigentes sindicales, universitarios, los colegios profesionales, los poetas y artistas, los mártires por la libertad. De pronto, a fines de los ochenta todo pasa a diluirse en una máquina que pinta de arco iris pero cuyas riendas comienzan a retomar los mismos ancianos políticos que volvían con sus vetustos estilos.

A esta altura del partido está llegando la hora de que la civilidad le pase la cuenta a quienes desmovilizaron a la ciudadanía y fueron incapaces de llevar adelante una propuesta alternativa en lo político, en lo social, en lo económico y en el ámbito medio ambiental. Los partidos políticos ocuparon todos los espacios de participación ciudadana y los actores sociales o los independientes quedaron al costado, esperando que en algún momento se iniciaran los cambios cualitativos en el estilo de hacer política. Ya no era asunto de izquierdas o derechas, sino de honestidad o corrupción, de compromiso o ventajismo, de cooperación o canibalismo, de protagonismo o sumisión.

Los chilenos de carne y hueso están hoy expresándose con irreverencia. Les fascina tocar temas íntimos con un voyerismo o exhibicionismo que se levanta como bandera en contra de fundamentalistas tendencias represivas y censuradoras de la jerarquía eclesiástica. Creo que el cuento es patear las canillas de un sistema que embronca, porque está administrado por personas que los chilenos pusimos desde hace 10 o más años en esos sitios con un mandato que no se ha cumplido. Literalmente, emputece a los chilenos que la corrupción cunda, que la desprotección se agudice…

Por eso hoy se desgrana el choclo y languidece la Concertación. Por eso la Democracia Cristiana ha sido incapaz de un último aliento de ética para expulsar o sancionar a los corruptos que la rebasan con sus auto indemnizaciones, con sus desmalezados, con caballos corraleros, con casas de plásticos, con las licitaciones más arregladas que un cleri, etcétera y etcétera.

Lo mismo pasa con el conglomerado de derecha, donde el populismo de la UDI ha ido jaqueando las propuestas más centradas de Renovación Nacional. De allí los remezones. En estos escenarios se van generando nuevos referentes. La gente se cansó de socialistas con fines de lucro y de los socialcristianos que practican el capitalismo y demuestran que la caridad comienza por casa, generando máquinas familiares que ocupan el aparato público, con un nepotismo propio de las más recalcitrantes monarquías.

Si usted pasea por Chile –sobre todo cuando lo recorre a pie y por sus barrios- encontrará cansancio colectivo. Este diagnóstico lo ha hecho por cierto el gobierno y quiere recuperar terreno anunciado transparencia y modernizaciones. Pero la sensación colectiva es que hay incapacidad de articular desde las cúpulas políticas vetas genuinas de participación ciudadana.

Porque en la lógica del político todo se centra en el factor poder y esto no es compatible con dejar crecer a quien no se controla. Al político estructurado le molestan los libertarios, los críticos, los que tienen vuelo libre y quienes no pueden ser incorporados como incondicionales.

La gente reclama en el Muro de los Lamentos y entra a sitios de debate porque quiere expresarse

La gente está viviendo mucho más que una crisis económica. La gente esta asfixiada por una dictadura financiera, que aprieta cada día, pese a las pretensiones de las autoridades. El poder del dinero se está ejerciendo como un nudo corredizo en el cuello de millones de familias. El gobierno ni el Estado tienen capacidades para corregir la conducta usurera de los bancos y financieras.

Alejada la comunidad de los entuertos políticos o los corrillos de palacio, se debate en sus propios problemas. Hay un puente cortado. Ya lo decía Raúl Gutiérrez, no hay peor sordo que el que no quiere oír.

Es una crisis de confianza. Es un descreimiento y reacciona con violencia, con irreverencia, con fastidio frente a las vacas sagradas. Hay mucha confusión en enormes conglomerados de jóvenes que se sienten en un laberinto que no abre puertas.

Sin embargo, percibo que hay un despertar ad portas. Movimientos políticos de cambio cruzarán transversalmente el mapa político e irán reemplazando las parroquias familiares. Se ha demostrado que los hijos de próceres no llevan los genes de su genialidad y han dado tumbos.

A fines del siglo XX se planteó que la democracia se haría participativa a través de una nueva generación que creará comunidad sin fronteras ni censuras a través de la Internet. Eso está acercándose: se generarán nuevos centros de pensamiento y los francotiradores encontrarán otras vías de expresión e interacción. Como en una represa, por distintos cauces está brotando un cambio de fondo y esperamos ser partícipes del mismo.

18 dic. 05

¿Ser o no Ser?

¿ELECCIONES O FESTIVALES?

¿Ser o no Ser?

Hernán Narbona Véliz

18 enero 2001

Quise hacer una apuesta conmigo mismo: qué me resulta más tedioso en el verano: las repetidas noticias de fans tirándose los pelos por un seudo cantante -fiasco de turno- o los precandidatos que ya empezaron a rayar la ciudad sin proponer nada.

Elecciones ad portas

Bostezo. Resaca. Lata. Llegó el verano a su clímax y no pasa nada. Llevamos dos años con los políticos en campaña, embebidos en su Olimpo, sin que nadie haga propuestas de fondo. Dedicados los más a hacerse zancadillas entre fraternales saludos, aserruchándole el piso al aliado, tratando de bajar de peso para estar preparado para los próximos rounds, consiguiendo padrinos, trayendo a postular por la zona a los más conspicuos santiaguinos. Con una total falta de respeto por el localismo, se traen candidatos que lo más cerca que han estado de la V Región ha sido un fin de semana en Cachagua.

Sinceramente, me dieron ganas de que una noticia argentina de esta semana hubiese sido titular en Chile: el anuncio de que se reducirá a la mitad el número de senadores y diputados del vecino país. Si De la Rúa lo logra, pasará a la historia como el estadista que se atrevió a meterle tijera a los gastos fiscales más improductivos de la Argentina. Pero aquí todavía están en otra, queriendo ampliar el espacio para sentar a más gente en el Congreso. Total, si les falta espacio, mientras se construyen algo en Santiago, pueden seguir haciéndole una mansarda al Congreso, al lado de la mejora que ya le pusieron ahí en la terraza.

El duro aterrizaje

Realmente, debo claudicar ante el desánimo. Invertí mucho tiempo intentando colaborar como comunicador social con la cultura y el pensamiento. Si me hubiese dedicado al naturismo o a la sexo-terapia estaría podrido en plata. Pero no, dale con escribir poesías y querer cambiar el mundo. Para venir ahora, en la meditación de este verano 2001, talvez en una crisis existencial, de tedio y ocio inusitado, venir a darme cuenta de lo perdido que he andado tratando de hacer pensar a la cabrería y de andar adhiriendo a cuanta campaña o cadena de buenas intenciones llegaba a mis manos.

Recién me doy cuenta – asopado dirá alguien- que al chileno de hoy el sistema lo mira como un consumidor y no conviene que ese consumidor piense sino que sea impulsivo. Por lo tanto, démosle pan y circo. Tanto bombardeo de sonseras ha hecho que su única neurona intelectual, débil y en retirada, no esté para densidades. Hoy todo debe ser light, sin nada que te desvíe del objetivo de la vida: ser feliz, sinónimo de pasarlo bien, bacán, grosso, etc.

¿Seguir pateando piedras?

Me refiero principalmente a ese 60% de la ciudadanía que tiene menos de 40 años, que tendrían en sus manos la gran chance de patear el tablero y decir no va más y cambiarlo todo. Pero no, no les vengamos con temas que quitan tiempo. Su ritmo y su esfuerzo van por otro lado y es culpa de los viejos que así haya sido. Porque ellos asumieron e impusieron un estilo de vida salvaje, donde los muchachos deben competir, correr, tener plata cuanto antes, porque la sociedad te tasa por lo que tienes y no por lo que eres. Porque desde los 35 en adelante eres viejo y vienen de atrás como aplanadora los más jóvenes, sin historia, sólo presente y con un futuro que quisiera ser una interminable playa de Reñaca, con filos dentales, sound, papas fritas y ketchup, y para todo eso es necesario el dinero.

Esa es la utopía de hoy. Uds. creen que se movilizarían por los desaparecidos, por los ejecutados políticos, por los deudores, por las ballenas, por la paz en Medio Oriente. Nones. Pero si le mete festival y música, algo puede lograr. Ese es nuestro país hoy y creo que se gastaron muchos sueños queriendo que reaccione en una forma diferente.

Exijo un debate

Creo que estoy con insolación. Perplejo entre el próximo festival de la canción y el próximo show business de las parlamentarias. Combinando ambos eventos con los rayos ultravioletas, el resultado es un encandilamiento que ocurre como en una realidad virtual, lejos del suelo. Es un juego de espejos y de serpentinas. Ya están rayando la Avenida España. Ya violentaron el mural que otro soñador, Claudio Francia intentó pintar en Capuchinos (no la cárcel, el puente) para hacer pensar a la ciudad. Vinieron los políticos y pintaron su vaca colgante. Es que no entienden nada. Porque las parlamentarias ya están planteadas como un juego de marcas, todo es marketing, pero sin protección al consumidor. Por eso, resignado (como esos pocos francotiradores que quedamos y que de tarde en tarde son demandados por algún delicado de cutis) este domingo dejo la agenda de los temas que me interesaría discutir y que no vienen en las parlamentarias ni en el festival de la canción.

¿Quién impulsará soluciones para que los deudores que sufrieron la cesantía, la crisis de estos últimos dos años, que tuvieron la desgracia de caer a Dicom y ser parias del sistema, puedan recuperar su dignidad, su crédito, su alma hipotecada al demonio financiero?

¿Quién recogerá el guante de reorientar el crédito del Banco del Estado a las microempresas, pequeñas y medianas empresas, en vez de prestarle plata a los poderosos para que sean más poderosos?

¿Quién nos presentará su declaración jurada de bienes antes de presentarnos su candidatura?

¿Quién hará un juramento por la honestidad y contra la corrupción?

¿Quién se la jugará para que la campaña no ensucie las ciudades y que se dé sin despilfarros?

¿Quién hará una declaración jurada del origen de los fondos con que está financiando su campaña?

Quizás se repita una vez más la verónica habitual, ese juego de cintura que tienen los actores políticos para no comprometerse, hablar entre líneas y eludir las preguntas difíciles. Tal vez de nada sirve plantear un debate. Sin embargo, les dejo mi propuesta. A lo sumo es un desahogo intelectual. Porque ya no les creo ni a políticos ni cantantes que me vienen a decir “os quiero, os amo, os adoro” ¿Qué le apuesto que se hacen los lesos? Al que le venga el sayo que se lo ponga..Hasta el domingo.

LICENCIAS PARA UN REINICIO, 1994

LICENCIAS PARA UN REINICIO

Hernán Narbona Véliz

Escribir unas memorias a la mitad de la vida, cuando se han quemado algunas etapas trascendentes, es oportuno, ya que uno puede cerrar capítulos y proponerse seguir adelante con renovados bríos. Más todavía si esta etapa está ligada a un duro período de la historia, cuyos detalles aún latentes, están flotando en la memoria colectiva, con sus particularidades y distorsiones.

Escribir memorias en las postrimerías de la vida, se me imagina diferente, con el sesgo de la reflexión postrera, en donde todas las cosas se aprecian como un puñado de arena que la brisa de la muerte pronto diluirá en un mar enorme. Las memorias finales en la vida de los hombres son como un desesperado grito por permanecer en la retina de los tiempos, diciendo esto fui, esto hice y en esto fallé.

En cambio, al haber resumido en unas memorias cercanas una etapa de tres décadas, la aventura ha resultado una exploración marcada por la autenticidad de las emociones frescas, que aún vibran en positivo o negativo en los tímpanos del tiempo presente, en vivencias que por ser contemporáneas pueden interpretar a muchas personas.

Y es precisamente lo que ocurrió en la etapa de preparación de este libro, cuando después de habernos despedido en el aeropuerto de Pudahuel en enero de 1973, recién tuve la suerte del reencuentro con un viejo amigo en la noche de Año Nuevo, veinte años después. Patricio Acuña, al retomar una amistad intacta, se sumó al libro, sintiendo como propia esta historia diminuta de que hablamos. En su reinserción, él quiso dejar constancia de esta vivencia común , que quizás refleje lo que ha sido el largo camino a la reconciliación entre los chilenos.

Como él lo escribe: "Memorias Poéticas. Licencias para un Reinicio" resume una vida completa. En ella se encierran todas las vivencias que un ser humano puede lograr. Por eso, creo que este libro interpreta en forma admirable a la generación del 70, que se verá reflejada en cada uno de sus versos. Es un libro también dirigido a los jóvenes de hoy, que en su lectura lograrán comprender a aquellos que hoy somos sus padres y que no nos resignamos a pasar como una generación perdida".

Es que uno , como escritor, tiene la ventaja de transitar la realidad con un intimismo que busca y juega simultáneamente con una suerte de exhibicionismo, al volcar vivencias, sensaciones, símbolos o imágenes en páginas que pretenden interpretar y ser leidas y sentidas de mil formas diferentes por otras personas. Y en este juego mágico, la historia recogida puede ser un espejo que refleja miles de vidas paralelas, que se buscan en algún ápice de la historia reflejada por el autor, poeta o escritor.

Ensoñaciones, juegos, incertidumbres colgando como preguntas al paso, para remecer el camino rutinario de las urbes. Es un poco la propuesta que queda en este libro pronto a nacer: "Memorias Poéticas. Licencias para un Reinicio", que abarca este tiempo. Una invitación para descubrirse en los umbrales de una nueva era, sacudiendo morrales, alivianando la carga, pero siempre tratando de rescatar lo importante. En una época que se caracteriza por la velocidad del cambio, es preciso distinguir lo urgente de lo importante, lo útil de lo trascendente. Y esa búsqueda es tal vez lo que esté cruzando la historia diminuta que se cuenta en estas "Memorias Poéticas. Licencias para un Reinicio", porque se busca entregar un aporte para entender todo cuanto nos ha ocurrido, como chilenos o latinoamericanos, mediante el recuento de una suerte de diario de vida personal, que se hace colectivo en la repetida lectura que cada cual realiza en su intimidad.

A partir de allí, cargar energías para ser protagonistas conscientes de cuanto ocurre, para trascender como disidentes o críticos, para proseguir como contestatarios perennes, que afinan la pluma y la voz para levantar como náufragos una penúltima propuesta.

"Memorias Poéticas. Licencias para un Reinicio" sale de los circuitos obvios de la poesía testimonial para combinar con soltura y una novedosa propuesta gráfica, prosa poética, pensamientos y poesía, con la intención manifiesta de comunicar un personal y al mismo tiempo social recuento, a partir del cual tanto el autor como el lector pueden proponerse encarar decididamente el futuro. Y al hacerlo, rescatar una visión madura, que no por eso resigna o archiva la utopía trascendente.

Una obra, un nuevo hijo, que pronto iniciará su propio caminar, para ser compartido en familia, con una versión español-inglés que le permitirá llegar a un público extranjero que está ansioso por entender nuestro proceso histórico como nación.

Quizá en otro tiempo, Dios mediante, haya reposo y espacios para escribir las Memorias finales definitivas. Mientras, con la vertiente aún rompiendo senderos hacia el mar, hemos pretendido simplemente realizar un balance desde la poesía integradora del ser. Lo otro podrá esperar; por ahora, el precioso tiempo nos exige seguir haciendo, sin temor a equivocarnos, con la pretensión de vivir con protagonismo cuanto nos quede.

VALPARAISO, ENERO 24 DE 1994.

LA RITMO DE FIN DE SIGLO, LA ERA DE LA INFORMACIÓN

La era de la información

Hernán Narbona Véliz

Chile ha estado en la vitrina de la aldea global en el último período por la proeza del tenista Numero 1 del Mundo, Marcelo “Chino” Ríos, por los goles del Matador en los partidos de preparación para el Mundial, por los sucesos que han rodeado el juramento como Senador Vitalicio de Augusto Pinochet y por el caso de Colonia Dignidad. Son las noticias que se comentan fuera del país y cuyas repercusiones trae el cable. Pero, más allá de esta presencia a través de sucesos que trascienden, la pregunta es si al hombre de nuestras ciudades le ha cambiado la vida con esto de la globalización.

Pese a que todos los países han vivido similares procesos de cambio, caracterizado las sorprendentes innovaciones tecnológicas y las experiencias económicas neoliberales, en los pueblos latinoamericanos la globalización es todavía intuitivamente resistida por una gran mayoría, por sentirse indefensa ante ella. Y ese rechazo se manifiesta en una tendencia a cerrarse, a vivir en una isla, que tiene muy pocos puentes levadizos. En forma personal, pareciera ser que una gran parte de la población no está a gusto, no se siente conforme, aunque aprecia una mejoría material en su estándar de vida.

Una encuesta señaló semanas atrás que más del 80% de los chilenos no se siente feliz. Esta actitud que cunde, y que se evidencia en el famoso abstencionismo electoral, en la no inscripción de los jóvenes, las barras bravas en el fútbol, la apatía de un país que pasa de la euforia descamisada a la depresión somnolienta de un día para otro. Uno de los problemas comunes es el alto endeudamiento en que todos están metidos para pagar a plazo su vida más confortable. Las neurosis de angustia abundan y cuesta sobreponerse a los bajones.

Sin embargo, el mundo abierto de hoy es excitante, ya que nos hace navegar el planeta conversando con personas que tal vez jamás conozcamos en forma personal. Pero esta nueva adicción a lo cibernético es una forma de integración privada e incontrolable al mundo externo. Practicar esta libertad informativa hace volver los ojos a lo nacional y lamentar cómo acá dentro el Estado mantiene la censura medieval, ojalá que por poco tiempo.

Creo que es preciso que las personas puedan descubrir oportunidades para participar en este mundo abierto de hoy. Ello requiere filtrar lo que pueda llegar por las redes y, con una mentalidad de emprendimiento, es decir con las antenas fenicias dispuestas, visualizar oportunidades de desarrollo al estar en contacto con personas de otras latitudes.

La actitud de cerrarse es intuitiva, pero hay que perderle el miedo a la tecnología, que por demás es cada día más amigable. Al otro lado de la línea hay personas con similares incertidumbres, pero deseosas de conocer y aprender. A través de un proceso de integración creativa que se promueva desde la escuela o el liceos, se podría generar una mentalidad positiva para participar en la civilización de la información, inventando vetas de negocios, pensando que tenemos la posibilidad de generar con personas lejanas un diálogo diario para hacer cosas juntos. Inventando caminos para estar en el mundo de hoy en forma personalizada.

Es bueno que un país tenga ídolos que sirvan de ejemplo a niños y jóvenes, pero, lo más importante es que miles o millones de jóvenes se animen a tomar las riendas de un mundo diferente, lleno de oportunidades, pero exigente en cuanto a trabajo y perseverancia.