Rabos de paja:
hacia el fin de las dinastías políticas
Es tener tejado de vidrio. No poder caminar por el fuego como inocente paloma porque saldrás incendiado.
La decodificación de los archivos de la CIA y las declaraciones del General Matthei sobre la noche del 5 de octubre de 1988, más el escándalo de las indemnizaciones, abren compuertas a la verdad para beneficio de la transparencia, aunque duela...
La reflexión que surge luego de los hechos de estas últimas semanas es que la verdad del momento presente la conoceremos en el futuro, cuando sin temor a herir intereses alguien cuente la firme de los acontecimientos que estamos viviendo hoy.
De los documentos de la CIA se ha desprendido la verdad dolorosa y vergonzosa de una intervención internacional en nuestros asuntos internos. Que Eduardo Frei Montalva haya sido financiado por la CIA para realizar una campaña avasalladora en contra del FRAP en 1964, es algo que no hubiesen querido escuchar quienes, adolescentes y recién salidos del cascarón, abrazaron las ideas de la patria joven como una tercera vía en la que de verdad creyeron. Es la sensación pesada de la ruptura de un sueño histórico, es el final de una marca registrada que hoy se comprueba sin contenido ni liderazgo legítimo. Porque ha sido Frei Ruiz Tagle quien ha dicho hoy desconocer que sus hombres y mujeres de confianza se habían auto otorgado indemnizaciones millonarias. ¿es creíble esta declaración? Las respuestas son problemáticas, por conocerlo y negarlo o por desconocerlo y dejar evidencia de desgobierno.
Por otra parte, las declaraciones del General Matthei respecto a la intención de Pinochet de sacar las tropas a la calle y desconocer el triunfo del No en 1988, nos entrega más antecedentes de la soberbia de un personaje trágico para la historia nacional, a lo cual no hace falta agregar elementos de juicio. Sólo que esto ratifica que la verdad es retocada en su momento, pero cuando florece es una vertiente fresca que echa abajo las estanterías oscuras del poder.
Volviendo a la realidad de funcionarios del gobierno anterior que se aplicaron indemnizaciones millonarias, destacar este hecho no es hacer leña del árbol caído. Es simplemente reiterar situaciones que he venido denunciando por años a nivel local, sobre todo cuando se ha tratado de situaciones en que los que han perjudicado el interés general han seguido manejando el poder interno, como lo ha sido en los casos del desmalezado de la RPC , del Colector de Esval o del Hotel Miramar. En esos momentos alerté de la situación de complacencia y silencio interno en
Tener hoy la certeza, por confesión de parte, de las maniobras conspirativas manejadas por la CIA y sus esbirros locales, que no dudaron en atentar y asesinar contra el comandante en jefe del Ejército, para frenar la decisión popular, resulta hoy, treinta años después, corroboración de que la verdad, tarde o temprano, revienta y desenmascara a personeros históricos que tenían su rabo de paja y quedan al trasluz de la historia como políticos repudiables.
En todo caso, poder expresar esto por escrito es el agradable síntoma de que nuestro sistema democrático está consolidándose. Y que los corruptos y aprovechadores deberán cuidarse del ojo de la prensa, de los políticos honestos, que sí existen y están hoy ganando espacios transversalmente en todo el espectro político. Porque ya no se trata de izquierdas o derechas, sino de personas honestas o retorcidas.
De personas que no arman máquinas familiares de poder seguir pasando por encima de la gente común y corriente y otras que sí lo hacen descaradamente, de personas que saben llegar al fondo de la verdad y de otras que usan las pertenencias partidarias para tapar sus maniobras oscuras. Creo que el Presidente Lagos debería tomar distancia de sus malos amigos, ya que es lo más difícil caminar con este tipo de lastres que atornillan para su lado.
La ciudadanía aplaudiría un gabinete transversal, marcado por la honestidad y no por el cuoteo político. Y si hay personas transparentes del otro lado de la mesa,¿porqué no romper paradigmas y generar alianzas en pos de la honestidad y la transparencia?
Es talvez un intento por seguir creyendo en la Política con mayúsculas y Chile lo necesita.
Enero 2000
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